Consiste en una batea alargada que contiene el aceite de fritura y dentro de la cual un transportador de cinta metálica de alambre, transporta el producto desde un extremo al otro. En el mismo sentido y por medio de una bomba centrífuga, circula una corriente de aceite que entrega calor al producto para realizar el proceso de fritura. El aceite se enfría levemente al recorrer la batea y al salir, es aspirado por la bomba de circulación que lo vuelve a inyectar en la batea por el extremo de entrada de producto. En este recorrido, pasa por un intercambiador de calor externo en donde recupera su temperatura antes de reingresar a la batea de fritura. El calentamiento es producido en una caldera externa con quemador de gas, cuyos gases de combustión transfieren su calor al aceite que circula por una serpentina tubular y luego salen por una chimenea.
El aceite circulante, antes de ingresar a la bomba de circulación, pasa por un filtro continuo que separa las partículas gruesas. Opcionalmente, se agrega otro filtro centrífugo que separa partículas menores.
El transportador, según la naturaleza del producto a procesar, puede tener paletas y/o cinta transportadora. Para facilitar la limpieza del equipo, el transportador esta montado sobre un sistema de elevación que permite levantarlo 50 cm por encima de la batea.
El nivel de aceite es mantenido automáticamente por un flotante que lo repone a medida que es consumido. La temperatura de entrada de aceite a la batea es fijada por el operador y mantenida por un termostato que actúa sobre la marcha de quemador.